El objetivo fundamental de este libro es explicar el origen y el alcance de las tensiones sociales derivadas del control, del uso o manejo del agua entre los actores sociales y los grupos hegemónicos que componían la estructura social del entorno rural–urbano de Xalapa entre 1838 y 1882, para comprender los avatares del proceso de transformación de una sociedad que recién comenzaba a reconstruirse tras su independencia.
Se trata, entonces, de una sociedad que transitaba de las conservadoras costumbres coloniales hacia una sociedad moderna y liberal. Lo importante es mostrar cómo los conflictos propiciados por el control de los recursos primarios, básicamente el agua, pueden constituir el eje central de una investigación que explique la fragmentación o la recomposición de la sociedad a partir de la introducción de nuevas tecnologías agroindustriales.
El conjunto de hipótesis que ayudaron a definir el análisis y la exposición del libro es múltiple: 1) En manos del hombre, el agua, un recurso natural, se transforma en un recurso social o más bien cultural, porque la población usa y consume esta en las distintas actividades productivas; es decir, en prácticas sociales que generan apropiación y revaloración de los recursos. 2) La manipulación y el uso del agua, como factor de producción y recurso indispensable para la vida doméstica, permeó la estructura social, dando origen a conflictos entre los distintos sectores y estratos de la población, especialmente entre los grupos hegemónicos que a toda costa pretendían el suministro en beneficio de su rama productiva. 3 Las tensiones entre los grupos locales de hacendados cañero–ganaderos, hacendados–comerciantes, empresarios textiles, vecinos de Xalapa y pequeños agricultores, produjeron escasez donde no debiera haberla y, con ello, más conflictos, toda vez que involucraban a los habitantes de la región. Al establecerse la industria textil en un espacio con características más bien rurales que urbanas, se alteraron sustancialmente las condiciones materiales entre los antiguos y diversos usuarios del agua. A la vez, se modificaron las normas, los usos y las costumbres que mantenían la funcionalidad y las regulaciones del agua en los ámbitos local y regional. 4) El trasfondo de los conflictos constituyó el dilema sobre el rumbo que debían tomar las políticas públicas para alcanzar la tan deseada modernidad, basada en un desarrollo económico en consonancia con una mejor calidad de vida de los habitantes y en la que todos salieran beneficiados. En el caso de Xalapa, las controversias ocurrían ante la negativa de los cañero–ganaderos, que gozaron de privilegios en la obtención y el manejo del agua durante la Colonia, al realizar adecuaciones para un óptimo aprovechamiento del recurso.
Este trabajo se centra en Xalapa y su entorno, una región que en el siglo XIX se hallaba constituida por aproximadamente una docena de haciendas que se desarrollaron gradualmente durante la Colonia, mediante la práctica del binomio caña–ganadería.
La vida cotidiana de los hacendados transcurría entre su casa de campo y la que poseían en la zona urbana de Xalapa, Puebla o México. En la población xalapeña, varios de los hacendados y demás grupos dominantes (como ciertos comerciantes del puerto de Veracruz que aquí poseían una residencia) tuvieron una constante participación política, social y económica que, junto con otros factores, incidieron en el destino de la ciudad como concentradora de instituciones, resultado de numerosas circunstancias históricas.